La historia conoce varios casos de batallas con enfrentamientos entre oponentes poco comunes que aparentemente no deberían medirse las fuerzas. Así, hace 75 años, un dirigible estadounidense atacó un submarino alemán en la costa de Florida. Andréi Kots, columnista de Sputnik, recordó unos de los duelos más inusuales de la segunda guerra mundial.

Un dirigible contra un submarino

El 18 de julio de 1943, un dirigible estadounidense K-74 llevó a cabo un sobrevuelo rutinario del estrecho de Florida. Los estadounidenses usaban estas aeronaves equipadas con radares para patrullar la costa en busca de submarinos enemigos. Cuando detectaban a uno, debían transferir las coordenadas del objetivo a un avión antisubmarino.

El piloto del dirigible K-74, el teniente Nelson Grills, detectó un submarino alemán U-134 en una noche profunda. Al lado, había dos barcos estadounidenses: un petrolero y un buque de carga. Temiendo que el submarino intentara atacarlos, Grills decidió lanzarse contra el enemigo.

El dirigible abrió fuego con ametralladoras pesadas y lanzó varias bombas sumergibles, una de las cuales dañó el U-134. El submarino respondió al ataque con un cañón de 20 mm que derribó la aeronave.

La tripulación de diez personas sobrevivió y el submarino se retiró rápidamente para arreglar las partes dañadas. Al día siguiente, los marineros estadounidenses recogieron a los miembros de la tripulación del dirigible. Sacaron a todos, menos al mecánico Isadore Stessel: unos minutos antes del rescate, un tiburón lo había arrastrado al océano.

Un tanque contra un avión

El tanquista y comandante soviético, Alexandr Fadin, realizó muchas hazañas en su T-34, pero la victoria más inusual tuvo lugar en el invierno de 1944.

Durante la batalla por el pueblo de Dashúkovka, Fadin detectó un avión alemán de la producción italiana Caproni.

Fadin notó que el Caproni estaba sobrevolando la carretera a lo largo de la línea del telégrafo. La distancia estándar entre los postes de telégrafo era de 50 metros. El conductor del tanque calculó rápidamente la distancia y lanzó un proyectil rompedor contra el avión alemán. Por primera vez en la historia, un avión fue derribado desde un cañón de tanque.

Armados con rieles

El siguiente ejemplo apenas puede calificarse como duelo, pero merece mención. En la primavera de 1940, los líderes británicos temían una invasión alemana. Para luchar contra los invasores, además del Ejército regular, se preveía utilizar la Home Guard (Guardia del Interior, en inglés). No había armas suficientes para ellos y se armaban incluso con picos de museos. Pero serían poco eficientes contra los temibles tanques de la Wehrmacht.
Por lo tanto, los británicos elaboraron una táctica inusual que requería un equipo bien coordinado de cuatro cazadores. Su principal arma sería un riel de ferrocarril con una manta empapada en gasolina.

Se preveía meter esta estructura extraña directamente en el tren de rodaje y prender fuego la manta. Se esperaba que el tanque quedara inmovilizado y su tripulación escapara asustada del fuego. Los alemanes no invadieron el país, por lo que esta inusual ‘arma antitanque’ no se usó en combate. Pero durante los ejercicios, los británicos derrotaron hábilmente varios tanques viejos.