Un nuevo informe indica que Apple adaptará los paneles OLED mayores a las 5 pulgadas en la próxima generación de smartphones, los iPhone 8 (aunque aún no se ha determinado que el nombre sea ese). Una nueva característica que hará más costosos estos dispositivos móviles.
La información que proviene de la agencia de noticias japonesa Nikkei Asian Review, afirma que el nuevo iPhone tendrá una pantalla OLED de 5,8 pulgadas. Así como también serán lanzados al mercado iPhone con paneles LCD de 4,7 y 5,5 pulgadas (pantallas de cristal líquido), una predicción que Ming Chi Kuo de KGI Securities ya había hecho.
De estas 5,8 pulgadas de pantalla OLED, el usuario realmente contará con 5,1 o 5,15 pulgadas de pantalla activa, debido a que el resto se utilizará para otras funciones.
Por ejemplo, el botón de inicio será reemplazado por uno virtual. Además, el teléfono deberá tener espacio para la cámara frontal que promete tomar selfies en 3D y ofrece reconocimiento facial para desbloquear el dispositivo y verificar la identidad del usuario. Una nueva herramienta que reemplazará el escáner de huellas dactilares.
Este cambio de pantalla puede alterar el precio del equipo que se estimaba en 700 dólares (660 euros) y ahora se valora en poco más de 1.000 dólares (944 euros).
Este impacto que puede restar usuarios a la marca o por el contrario, puede seguir sumándole ventas a Apple gracias a esas personas que esperan renovar su iPhone, sobre todo si es durante el año en el que se celebra el aniversario número 10 del teléfono.
A pesar de que Nikkei no comenta sobre los socios de Apple para llevar a cabo este proyecto, se sabe que los de Cupertino han llegado a un acuerdo con Samsung para que la surcoreana fabrique para ellos 160 millones de paneles OLED, que serán destinados al nuevo iPhone.
