El que se esfuerza obtiene obras mejores, y es que naturalmente solo trabajando el éxito se logra, en la vida real no existe otra clave más adecuada que trabajar para ser brillante triunfador, esforzándose diario es la mejor opción para la solución que anhela el alma.
Trabajar es un don de Dios, a través del trabajo y del tiempo se logra hacer realidad las metas que nos proponemos desde que tenemos ‘uso de razón’. Para emprender lo que queremos hacer no hay tiempo, momento ni lugar específico porque todo tiempo, momento y en cualquier lugar podemos alcanzar el éxito.

El ímpetu siempre debe brillar dentro de nosotros en cada despertar, en cada mirar, lo que debemos grabar en nuestra memoria es que “todo es permitido”, menos claudicar a nuestros ideales, rendirse a lo que queremos sería el error más grande de nuestra existencia.

Miles de personas aspiran por ser exitosas, todo ser humano tiene el derecho de vivir como quiera… Hemos llegado a este mundo para lograr cualquier objetivo que nos propongamos, únicamente tenemos que ser perseverantes y tener mucha fe en Dios y en nosotros mismos. Para superarnos tenemos que actuar hoy y no dejarlo para mañana, porque la suerte del presente es la más ideal para convertir en realidad lo que ayer fue un sueño.
Si quieres sentirte orgulloso de tu descendencia, haz las cosas por tu bien y más en lo laboral, usa la inteligencia que el Todopoderoso majestuosamente ha depositado en ti. Hoy es el día más exacto para que abras las puertas al emprendimiento, para que desahogues tus pensamientos y sentimientos que viven dentro de tu corazón y que a veces sientes que vives en lo fracasado.

Mientras respires, siempre habrá numen para la superación de tu corazón, lo que tienes que hacer es esforzarte y así sentirás el grandioso placer de tu existir. No vivas solo por vivir, nuestro Creador nos ama y cuando nosotros emprendemos lo que queremos, Él no, nos abandona, es nuestro guía día a día.

Por eso, mientras respiremos tenemos la bendición de tener más oportunidades y de vencer sabiamente las dificultades que se nos presentarán en el camino que va con destino al éxito y una vez que lleguemos donde tanto queremos, estaremos felices.

No, nos debemos “enfermar” ni dejarnos llevar por el ego, tenemos la obligación de ayudarles a esas personas que están luchando, no seamos egoístas con el prójimo, la dicha completa consiste y existe en hacer y compartir el bien.

Por: Carlos Javier Jarquín
Carlos Javier Jarquin
Escritor y poeta