Cartagena de Indias es una ciudad llena de monumentos y santuarios que reflejan la historia del coloniaje y cultura local e incluso raizal, la Inmobiliaria EL SOL, expertos en hospedaje de lujo, da a conocer las tres iglesias más importantes del centro histórico de la ciudad.
El Santuario de San Pedro Claver
Una iglesia construida entre los años 1580 y 1654, con gran significado histórico, su estructura está realizada bajo los parámetros de las construcciones coloniales; anteriormente conocida como la iglesia San Juan de Dios, no obstante, con el tiempo se convirtió en un monumento dedicado a San Pedro Claver, donde yacen sus restos en el altar mayor del santuario.
Este templo catolico pertenece a la jurisprudencia de la Arquidiócesis de Cartagena de Indias, administrado por la Compañía de Jesús. Por su valor arquitectónico, cultural e histórico, fué declarado monumento nacional en el año 1995; este ha sido un lugar preferido para la realización de bodas y eventos católicos.
Convento de Santo Domingo
Establecido en el siglo XVI en la ciudad de Cartagena de Indias, su nombre canónico es Convento de San Daniel, estuvo bajo la administración de una comunidad de frailes de la Orden de Predicadores y Domenicos, pero luego el edificio fue expropiado y entregado a la Diócesis de Cartagena.
El templo fue restaurado y en la actualidad queda en la plaza, llamada por ese mismo nombre, Santo Domingo, en su interior conserva una arquitectura sin igual y una decoración eclesiástica importante, con un altar menor y uno mayor, ambos con el “Cristo de la Expiración”.
Iglesia de la Santísima Trinidad
En la plaza de la Trinidad, ubicada en el barrio Getsemaní, construida en el año 1600, con la necesidad de una iglesia que estuviera más cerca de los getsemanicenses.
Inspirado en la Catedral, es el segundo templo más antiguo de la ciudad de Cartagena de Indias, dedicado a la Santísima Trinidad, por lo que tienen similitudes arquitectónicas, donde su interior posee unas hermosas columnas que reflejan la época de su construcción, además de tener una ornamentación con artesonados estilo mudéjar en el presbiterio.
Por: Marcela Gordillo Polo