Mariano Anacona recuerda momentos específicos en los que escuchó un gran estruendo que avisaba de la avalancha y luego el crujido de las paredes de sus casa.
El lazarillo que tiene ahora es un niño de 14 años que lo sacó del agua y lo arrastró hasta ponerlo a salvo.
Su familia perdió la casa pero sobrevivió completa; otro grupo de personas con discapacidad según su relato no lograron escapar de las aguas y el lodo que sacudieron el barrio la independencia en la madrugada del sábado.