Medellín

La ciudad colombiana de Medellín se ha vuelto un refugio para muchos venezolanos. Ejemplo de ello es que el concejal de Voluntad Popular en el Estado Táchira, José Luis Guerrero, ya lleva un mes en dicha localidad antioqueña.

Guerrero tiene 29 años y es ingeniero industrial. Espera que el gobierno colombiano le dé asilo político para tratar de rehacer su vida en esta ciudad. Salió de Venezuela luego de percatarse que era perseguido por efectivos del Sebín.

El portal El Colombiano reseñó que el concejal averiguó si era requerido por alguna autoridad lo que le impediría salir del país y como la respuesta fue negativa, sacó una visa para viajar a Colombia como turista. Desde Medellín tramita una visa para poder trabajar.

Tony Vitola, otro dirigente de Voluntad Popular, lleva mes y medio en la ciudad y dijo que no puede dar el número estimado de venezolanos que decidieron irse a Medellín, puesto que la mayoría lo hace con visas de turistas como el concejal Guerrero.

Carlos Alberto Ruiz, economista venezolano, comentó que la presión del chavismo contra la empresa privada obligó a la compañía en la que él trabajaba a cerrar sus puertas. Esto significa una paradoja, pues hace apenas unas décadas Venezuela era uno de los sueños de los colombianos para buscar mejores oportunidades de vida y empleo.

Los venezolanos con visas de turistas vencidas trabaja en la informalidad y en el rebusque y en situaciones laborables muy desiguales, ya que solo les pagan por día laborado. Ejemplo de ello, es el caso de un padre y su hijo que trabajan en un estacionamiento en el nororiente de Medellín. Entraron a Colombia por Paraguachón y salieron del hogar solo con dos mudas de ropa y los zapatos rotos.

El consulado de Venezuela en Medellín no cuenta con datos oficiales sobre esta nueva ola migratoria. El abogado especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario Álex Morales, asesor de la Secretaría de Inclusión Social en temas migratorios, enfatizó que Colombia no está preparada para recibir una migración tan grande como la venezolana ni cuenta con el personal con estatus de refugiados y por eso la falta de atención a estos ciudadanos y la situación tan caótica que están viviendo.

Pero, añadió, las normas internacionales les obligan a los Estados a proteger los derechos fundamentales. Morales le recomendó a la Alcaldía de Medellín acudir al presidente Juan Manuel Santos para que active los protocolos Internacionales para la protección de los derechos fundamentales a la salud, la educación y la seguridad.

Desde Antioquia entre 2016 y 2017 han sido deportados 20 venezolanos por su permanencia ilegal en el país.