Pfizer, junto con la compañía israelita Protalix Biotherapeutics, lograron desarrollar exitosamente un medicamento para tratar una enfermedad rara a base de células vegetales de la zanahoria, lo que supone no sólo un hito científico, sino una gran oportunidad para aportar en la construcción de un sistema de salud sostenible, recibiendo aprobación por la FDA en el 2012 y disponible en Colombia desde finales del 2016.

Después de casi diez años de estudios clínicos, Pfizer y Protalix comprobaron que la manufactura de medicamentos a base de células vegetales es más costo-efectiva que aquellos basados en células animales o humanas. Esto facilita el acceso a medicamentos de calidad a millones de pacientes en Colombia y el mundo.

De acuerdo con Diego Forero, gerente general de Pfizer para Colombia y Venezuela, el desarrollo de este medicamento no solo es una excelente noticia de innovación para el universo de las enfermedades raras, sino para millones de personas en todo el mundo que luchan por tener mejor acceso a medicamentos de calidad y que podrán hacerlo ahora mediante el desarrollo de terapias a base de células vegetales.

“Para Pfizer no hay nada más importante que garantizar la salud de todos los pacientes. Estamos comprometidos con seguir innovando en pro de la salud de millones de pacientes alrededor del mundo. Este descubrimiento es el primer paso para entender que en nuestra biodiversidad hay una gran oportunidad para innovar y encontrar soluciones que mejoren la calidad de vida de millones de personas”. Manifestó Diego Forero.

De acuerdo a las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque la esperanza de vida incrementó 5 años desde el año 2000, el aumento más rápido desde los años 60[2], aún persisten grandes retos en materia de desigualdad y costo-eficiencia que amenazan la sostenibilidad del sistema.

Sin embargo, según comprobó un estudio mundial de Deloitte, este tipo de innovaciones en medicamentos, junto con avances en cirugía robótica, impresiones 3D, dispositivos implantables y otras tecnologías dirigidas a la prevención, monitoreo y tratamiento de enfermedades, han demostrado tener excelentes índices de costo-eficiencia y serán determinantes para mejorar el sistema de salud en el futuro cercano.