Muchos de nosotros no comenzamos a usar computadoras hasta nuestra adolescencia o la juventud. En algunos casos, incluso puede que más tarde. Y seguramente podemos presumir de haber sido los primeros usuarios de computadoras personales de la historia. Se trata de un privilegio que nos alcanza para contar un par de anécdotas a nuestros hijos, pero que también nos deja en una cierta situación de desventaja. Para bien o para mal, tuvimos la suerte de crecer durante los inicios de internet, cuando conectarse a la red era relativamente inocuo y los hackeos y ciberataques escasos.

Pero los tiempos están cambiando. Hoy en día, internet se encuentra mucho más desarrollada. Ya no se trata solo de una plataforma con la que enviar un par de correos electrónicos y buscar fotografías de nuestros posibles destinos vacacionales, sino que ahora gestionamos en la red nuestra banca online, hacemos compras online, nos mantenemos en contacto con nuestros conocidos e incluso puede que trabajemos o estudiemos íntegramente en línea. Y, en ese contexto, los riesgos de la red son mucho mayores.

La ciberseguridad es más importante que nunca

Para la población adulta es fundamental cambiar esa mentalidad inocente que teníamos cuando comenzamos a usar las computadoras a mediados de los años 90. Debemos comprender que toda la información que publicamos o intercambiamos en la red puede verse expuesta a toda una serie de riesgos, algunos de ellos realmente peligrosos.

Los hackeos, los ataques de phishing y el ciberacoso son algunas de las principales preocupaciones a las que nos exponemos cuando navegamos por internet, y estos problemas ya no se limitan solo a las computadoras, sino que también los podemos encontrar en los smartphones o las tablets. Por eso es tan importante comprender estos riesgos y adoptar las medidas de seguridad necesarias para prevenirlos.

Además de los antivirus tradicionales, resulta esencial que seamos conscientes de los diferentes ataques de phishing que podemos sufrir en el correo electrónico, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería. Y también nos conviene cifrar nuestra conexión con una VPN, una herramienta con la que no crecimos, pero que hoy resulta más importante que nunca. Si nunca usaste una, siempre puedes optar por una VPN con prueba gratuita para comenzar a familiarizarte con ella antes de contratarla definitivamente.

Los niños no son conscientes de los peligros de internet

Si incluso a nosotros se nos escapan algunos de los aspectos más relevantes de la ciberseguridad –a pesar de que ya llevamos 20 o 30 años utilizando la red de redes–, para los niños todo esto les resulta completamente nuevo y esto debemos tenerlo muy en cuenta. Cuando comienzan a utilizar por primera vez las computadoras o las tablets que les damos para que jueguen y empiecen a familiarizarse con la informática, ellos consideran que esos dispositivos son tan seguros como estar en su propia casa, así que debemos asegurarnos de que comprendan que eso no es así.

Nuestros hijos e hijas van a crecer en un mundo donde el entorno digital no dejará de ser más y más importante a medida que pase el tiempo. Por eso, es necesario que les inculquemos los principales hábitos de ciberseguridad desde una edad muy temprana.

Es evidente que no vamos a delegar en nuestros hijos e hijas la tarea de contratar un antivirus a una VPN, pero sí que deberían saber cómo usarlos. Y, sobre todo, es primordial que les enseñemos los riesgos que presentan las redes sociales y cualquier tipo de información que publiquen en internet.

En cuanto tengan algo de independencia van a querer tener su propia cuenta de TikTok, Twitch o Instagram, donde van a estar expuestos a millones de personas desconocidas. El daño psicológico que pueden sufrir en este aspecto puede ser muy grande si no los supervisamos adecuadamente y les enseñamos cómo comportarse y protegerse en la red. Mientras tus hijos e hijas estén dando sus primeros pasos en internet, es más importante que nunca que te encuentres a su lado.