¿Cómo? Un estudio publicado en The Personality and Social Psychology Bulletin, pidió a un grupo de personas que eligiera de entre dos fotos qué persona del sexo opuesto le parecía más atractiva, la primer foto era una de ellos mismos editada y combinada con la de un extraño, y la segunda era de dos extraños editados y combinados. ¿Puedes adivinar lo que pasó? Así es, la gran mayoría eligió al primer sujeto como el más atractivo.

En otro estudio realizado por una página de citas por internet se encontró que la mayoría de los usuarios (hombres y mujeres) comienzan conversaciones con personas que comparten educación, raza, nivel socioeconómico y por supuesto, rasgos físicos.

“Estas similitudes ayudan a desarrollar sentimientos de familiaridad y confianza entre las personas, aumentando la posibilidad de una relación positiva y duradera entre ellos”, dijo el psicólogo Dr. Jeremy Nicholson a un sitio web estadounidense, asegurando que nos atraen los que se parecen a nosotros o a nuestros padres porque nos generan confianza.

Obviamente todo esto sucede en nuestro subconsciente, ya que es imposible elegir quién nos gusta y quién no, nos basamos más bien en emociones y dejamos todo a cargo de la intuición.