Entre un mar de abatimiento, cielo nublado y forzada cavilación finaliza lentamente el primer cuatrimestre del 2020, a lo largo de este tiempo de encierro posiblemente los libros se han sentido elogiados porque muchos le han dedicado tiempo especial. Durante este mes de abril tuve el delicioso privilegio de escribir el prólogo del poemario titulado; En la estación de mis silencios de la escritora mexicana Edith Hernández Villanueva, poeta te agradezco infinitamente por concederme tan distinguido honor. En plena estación de cuarentena, comparto este prólogo  con los fieles lectores, del Periódico El Sol. Este libro muy pronto será publicado. Feliz Día Internacional del Libro.

Prólogo

Edith Hernández Villanueva lee poesía en el malecón de Santa Marta, Magdalena Colombia, en Julio 2018

A lo largo de la vida, vivimos distintas etapas maquilladas de diversos colores, algunas relucientes y otras grises; cada una de ellas tienen su distintiva delineación, estas vivencias son inconstantes realidades naturales del ser humano, en los sentimientos constantemente suceden momentos de plural colorante, cada día vivido con indudable significado notamos esos tintes y ampliamente descubrimos la fascinación de su fragancia. El siguiente texto que a continuación vas a leer es contenido inspirado en pormenores de la vida pasional, narrado poéticamente desde la pluma de una fulgente poetisa, en este poemario la autora se convierte en máxima representante de la mujer para expresar lo que muchas ahogan en ese melancólico e indescriptible silencio, con voz natural y honesta, exitosamente ha podido exponer ese cúmulo de sentimientos que tanto ella como otras desean gritarlo ansiosamente con toda la fuerza del alma.

Los temas que navegan con espíritu de múltiple resplandor en este pequeño poemario son variados; amor, pasión, soledad, añoranza, deseo y dulce romanticismo, en algunas de estas líneas posiblemente la autora con auténtica certeza esté narrando lo que tú hoy estás sintiendo, y que puede ser: recordar lo que has vivido, desear que ese alguien especial se presente instantáneamente cuando estés pensado en él para que mutuamente puedan desparramar sin límite ese loco deseo en torrenciales de besos, caricias y mucho más que solo dos cuerpos viven con grácil belleza cuándo se aman tiernamente; también te encontrarás con algunos poemas que trasmiten un mensaje oportuno para dedicarle al ser amado. El sabor lírico que tiene esta exquisita obra es excepcional.

Estas composiciones han sido escritas con genuino cariño, la decorada manifestación de amor de esta poeta es sensiblemente copiosa en cada verso, con apropiadas palabras enfatiza con ilustre elegancia el vivo recuerdo de los momentos paradisíacos que han quedado dibujados en nuestra mente, piel y corazón. A través de unos sensoriales versos, describe con perfección la sensualidad de lo que hemos vivido o deseamos vivir con la persona que adoramos por excelencia, aquí también respira ese amor que por enorme distancia no se puede concretar, ese amor cibernético que resplandece únicamente en la imaginación con gran vigor.

En la estación de mis silencios es un primoroso poemario en el que la autora con leal entonación de romanticismo enuncia libre e increíblemente sus emociones, estos poemas son himnos dónde la autora Edith Hernández Villanueva cristaliza e inmortaliza con legítimo embeleso, el pasado, presente y futuro de los numerosos estados emocionales que por índole todos poseemos.

Este ejemplar se divide en tres partes: la primera, en la estación (a la espera), segunda; en el andén (cuándo ya no hay remedio) y tercera; sobre la vía (a alta velocidad), en cada fracción de manera evolutiva, hacen presencia acentuadamente sus confidentes sentimientos, el primer poema se titula: ¡Libérame! Donde le recuerda a su amante que tiene autorización indefinida para hacer de su pasión un océano de eterna felicidad, reproduzco la primera estrofa: Desnuda mi alma, haz que llueva poesía, / sé la razón de mi vigilia, / el ímpetu de mis sentidos, / la furia de mi despertar,/ el resucitar de mis deseos.

¿Por qué leer este libro y a qué público está dirigido su contenido? Si este ejemplar ha llegado a tus manos simboliza que eres afortunado, en él, a través de cada línea podrán transitar libremente tus agradables y desapacibles momentos amorosos, comprenderás que no sólo tú has protagonizado instantes dulces o grotescos, todos inesperadamente estamos expuestos a inundarnos de alegría o tristeza… la lectura de este libro no es una opción, es una obligación y su contenido está dirigido para todo público. Deseo que disfrutes al máximo de este ramillete de poemas que seguramente le darán aroma a tu coexistir, sin importar tu actual situación emocional.

Síntesis biográfica

  Edith Hernández Villanueva (1972) es Docente, amante de las letras y gestora cultural originaria de Río Bravo, Tamaulipas, México. Doctorante en Políticas Educativas, Maestra en Educación Básica, Asesor Técnico Pedagógico con especialidad en Lenguaje oral y escrito. Investigadora, ponente, conferencista, tallerista y articulista en temas de educación y arte en Latinoamérica. Miembro fundador y directora en México de la Red Internacional de Actores por el Arte y la Educación México-Colombia (RIAAE), Directora de la Organización Cultural Art D’Riu. Vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Investigación Educativa (AMIE), creadora y productora del Festival Internacional de Arte, Educación y Cultura Art D´Riu y miembro de la Corporación cultural educativa Palabra Andante. Sus trabajos poéticos han sido publicados en diversas antologías de México, Estados Unidos y España. Ha sido prologuista de libros de historia local y de poesía en México y Colombia.

 En la estación de mis silencios

Noche.

Abismo en que me pierdo,
vacío inmenso
donde solo vago
en mis postrimeras horas,
dile
que, entre columnas de ausencia,
aún le echo de menos.

 Luna.

Cómplice de mis oscuras noches,
guardián de mis desvaríos,
testigo de mis desvelos;
dile,
que siempre lo espero:
en la estación de mis silencios.

 Temor de ti

Temo el llegar de la noche,
que me avasalla con su tempestad de deseo,
y con dictatorial sentencia,
me obliga a pensarte.

Temo a las noches si,
en las que, contraviniendo las leyes,
mi piel se rebela,
grita y se revuelve ante tu imagen.

Noches en las que el delito
se comete por inanición,
en las que la locura
gana la batalla a la razón.

Y en las que el amanecer
de manera perpetua… me condena.

Poemas extraídos del poemario: En la estación de mis silencios

Por: Carlos Javier Jarquín
Carlos Javier Jarquin
Escritor y poeta