Hace 20 siglos Magdalena era una ciudad de aproximadamente 40.000 habitantes según las indicaciones que da el historiador judío Flavio Josefo. Estaba situada a orillas del lago Kineret o Mar de Galilea justo en el cruce de rutas comerciales que venían de Damasco hacia el Mar Mediterráneo y viceversa. También era un lugar de cultura como confirman las recientes excavaciones arqueológicas que desde el 2009 van arrojando a la luz calles, plazas, un puerto lacustre, baños, letrinas públicas y una sinagoga.

En la sinagoga, los arqueólogos descubrieron la “Piedra de Magdalena”, considerada por muchos expertos como uno de los mayores descubrimientos de los últimos 50 años. Grabada en la Piedra está la Menorah más antigua encontrada hasta ahora, así como el único Carro de Fuego encontrado en la arqueología israelí. Todos los símbolos de la Piedra estarían relacionados con el Segundo Templo destruido en el 70 dC por los Romanos, sin embargo aún no está claro el significado de esta Piedra.

Piedra de Magdalena con Menorah

La sinagoga es del siglo I, una de las siete que se sabe que existían en la época del Segundo Templo y la primera en ser encontrada en la región de Galilea.

Es también la primera sinagoga encontrada de los tiempos de Jesús de Nazaret, en la que se sabe por las Escrituras que Él estuvo y enseñó. De hecho, monedas locales encontradas en una sala lateral de la sinagoga están datadas en el año 29 – cuando Jesús aún estaba vivo.

Según Eamon Kelly, vice-encargado del Instituto Pontificio Notre Dame y miembro del «Proyecto Magdala», la sinagoga tiene la decoración más bella de las siete, llena de bellos frescos y mosaicos. Estuvo activa hasta el año 67. “Entre los judíos que la frecuentaban habría discípulos de Jesús, que aún no se habían separado de los judíos,» afirma Kelly.

Otro descubrimiento significativo es el lugar del mercado del puerto del siglo I. Era allí donde los pescadores llevaban sus capturas para venderlas a la exportación. Además se descubrió la infraestructura del procesamiento del pescado. “Flavio Josefo narra que el pescado procesado en Magdala se vendía en los mercados de Roma, y esto confirma sus palabras,” dice Kelly.

Desconocemos cuando y donde el maestro galileo conoce a Maria de Magdala pero es probable que el primer encuentro haya ocurrido en el marco dinámico de esta ciudad lacustre.

Maria de Magdalena es una mujer que apenas se menciona en los Evangelios, sin embargo, es una figura histórica que a lo largo de 20 siglos ha captado el interés de teólogos, arqueólogos, pintores, escultores, escritores, investigadores, etc. y ahora, en nuestro período contemporáneo, así como van saliendo a la luz los restos arqueológicos de la antigua ciudad de Magdala, estamos iniciando a revisar la historia tantas veces contada de esta especial mujer.
Maria Magdalena como se le llama comúnmente, dado que en la antiguedad no se usaban apellidos y era usual definir a alguién por su nombre y pueblo natal, ha pasado a la historia como una mujer de dudosas costumbres. De hecho, por siglos se le conoció como una mujer pecadora, posiblemente adúltera o prostituta.

El evangelista Lucas, cap. 8, narra que :

Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él,

2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
3 Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

Maria de Magdala está entre el grupo de aquellas mujeres que fueron las primeras discípulas del maestro galileo. Ella había sido sanada de siete demonios, lo cual daría a entender que había sido una mujer con una conducta moral bastante reprochable aunque no hay evidencia específica que ella fuera prostituta o adúltera.

La antigua ley mosaica era categórica – como sigue ocurriendo en el mundo musulmán hoy en día – y para la mujer adúltera preveía el castigo máximo: la muerte por lapidación.

El evangelista Juan en el cap. 8 refiere que estando en Jerusalén:

8 …Jesús se fue al monte de los Olivos.

2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

En la película «La Pasión de Cristo» (2004) del director Mel Gibson la mujer que escenifica este episodio es Maria de Magdala aunque históricamente no tenemos certeza que sea así; sin embargo, lo sorprendente y revolucionario de este cuadro es que, viceversa, una persona de conducta intachable como Jesús de Nazaret se deja acercar por esta mujer pecadora, no le condena, le corrige y la deja ir.

La actriz italian Monica Bellucci en la película «La Pasión de Cristo» (2004) del director Mel Gibson

En Lucas 7, 36-48, una mujer entra precipitadamente en la casa de un fariseo donde Jesús ha sido invitado a comer :

37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.
40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.
41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;
42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.
45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.

El pintor flamenco Peter Paul Rubens (1577-1640) con su maravillosa tela nos da una indicación de la escena…

Fiesta en casa de Simón el fariseo Eremitaget (1615)

En la pelicula «Jesus Christ Superstar» (1973) del director canadiense Norman Jewison la actriz-cantante Yvonne Elliman nos da una indicación de lo que puede haber pasado por la mente, el corazón y el cuerpo de la magdalena… La canción «I don’t know how to love him» (No se cómo amarlo) probablemente expresa lo que Maria de Magdala llegó a sentír hacia Jesús…
La preciosa música de Andrew Lloyd Weber acompaña el explicito texto de Tim Rice que dice así :

No sé cómo amarlo
Qué hay que hacer, cómo moverlo
He cambiado, sí, realmente cambiado
En estos últimos días
Cuando me he visto a mí misma
Me parezco a alguien más
No sé cómo tomar esto
No veo por qué me mueve

Es un hombre
Es sólo un hombre
Y he tenido tantos
Hombre antes

En muchas maneras
Él es sólo uno más
¿Debo bajarlo?
¿Debo gritar y gritar?
¿Debo hablar de amor?
¿Dejar mis sentimientos fuera?

Nunca pensé que vendría a esto
¿De qué se trata?
¿No te parece que es bastante divertido?
¿Debería estar en esta posición?

Yo soy la única
Que siempre ha sido
Así de calma, tan cool
Tonta amante de nadie
En control de cada situación
Me asusta tanto

Él es sólo uno más
¿Debo bajarlo?
¿Debo gritar y gritar?
¿Debo hablar de amor?
¿Dejar mis sentimientos fuera?

Nunca pensé que vendría a esto
¿De qué se trata?
Sin embargo, si él dijo que me amaba
Estaría perdida
Yo estaría asustada
Yo no podría hacerle frente
Simplemente no podía soportarlo
Me gustaría volver la cabeza
Me gustaría retroceder
No me gustaría saber
El me asusta
Yo lo quiero así
Yo lo amo así
Yo lo amo así

I don’t know how to love him
What to do, how to move him
I’ve been changed, yes really changed
In these past few days
When I’ve seen myself
I seem like someone else
I don’t know how to take this
I don’t see why he moves me

He’s a man
He’s just a man
And I’ve had so many
Men before

In very many ways
He’s just one more
Should I bring him down
Should I scream and shout
Should I speak of love
Let my feelings out?

I never thought I’d come to this
What’s it all about?
Don’t you think it’s rather funny
I should be in this position?

I’m the one
Who’s always been
So calm so cool
No lover’s fool
Running every show
He scares me so

Should I bring him down
Should I scream and shout
Should I speak of love
Let my feelings out?

I never thought I’d come to this
What’s it all about?
Yet if he said he loved me
I’d be lost
I’d be frightened
I couldn’t cope
Just couldn’t cope
I’d turn my head
I’d back away
I wouldn’t want to know
He scares me so
I want him so
I love him so
I love him so

Así como en el poético libro bíblico «Cantar de los Cantares» la amada busca desesperadamente a su amado, es bastante probable que como mujer Maria de Magdala ardiera de amor y celo por el maestro galileo; de hecho, en el evangelio apócrifo de Filipo se narra que Jesús le besaba y que tenía tal proximidad física y confianza con ella al punto de provocar los celos de Pedro y los demás discípulos…

Algún autor moderno como Dan Brown (El Código da Vinci) ha llegado a insinuar que Jesús de Nazaret y Maria de Magdala fueran sentimentalmente relacionados e incluso que llegaron a dejar una dinastía. Todas especulaciones que no tienen ningún fundamento histórico.

Lo más probable es que Maria de Magdala se sintiera realmente valorada y apreciada por el maestro galileo que extendió toda su misericordia hacia una fémina pecadora cuando en aquel mundo androcéntrico e implacable era impensable que esto pudiera ocurrir.

En términos de fe judeo-cristiana, se podría decir que esto es exactamente el designio que Dios Padre, por medio de su Hijo, desea tener con la humanidad, tanto masculina como femenina; esta es la misericordia («rajem» en hebreo, «eleison» en griego, «miserere» en latín) que Dios desea derramar sobre quien se arrepiente de sus errores y Le reconoce y Jesús no puede eximirse de ser instrumento terrenal de esta voluntad divina.

Recordemos que hace 20 siglos la sociedad judía era marcadamente patriarcal (desde Adán, el varón se coloca al centro de la realidad socio-política), realidad que ha originado desarmonía entre los sexos opuestos y que aún hoy en todo el mundo sigue existiendo, en mayor o menor grado, dado que la igualdad en dignidad entre ellos sigue siendo una asignatura pendiente.

Donde sí sabemos de la presencia cierta de Maria de Magdala es durante la pasión, muerte y resurrección de Jesús. A diferencia de los discípulos varones que desaparecen, desconcertados, miedosos, mientras Jesús es crucificado en el Gólgota, Maria de Magdala permanece allí junto con Maria de Nazaret y otras mujeres.

En Mateo 27, 55-61 leemos:

55 Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,
56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Luego cuando José de Arimatea reclama el cuerpo de Jesús :
58 Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.
59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,
60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.
61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.

Pero la figura de Maria de Magdala asume una importancia histórica extraordinaria el día de la resurrección de Jesús. Pasado el Shabbat (sábado, día de reposo).

En Marcos 16 leemos:

16 Cuando pasó el día de reposo,[a] María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.

2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.
3 Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?
4 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.
5 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.
6 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.
7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.
8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.

Sus mañaneros discípulos, espantados, afligidos e incrédulos han oído que Jesús ha resuscitado.

En Juan 20 leemos:

11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;
12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.
13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.
15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
16 Jesús le dijo: !!María! Volviéndose ella, le dijo: !!Raboni! (que quiere decir, Maestro).
17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.

Jesús aparece a Maria de Magdala, Giotto di Bondone (1266-1337)

En la carta apostólica «Mulieris Dignitatem» (1988) el Papa Juan Pablo II habla de la dignidad de la mujer en la historia de la humanidad y curiosamente revaloriza el rol de Maria de Magdala definiendola como la «apóstol de los apostoles» porqué fue a ella que Jesús apareció por primera vez después de haber resuscitado y a ella – mujer dedicada, inteligente y valiente – dió el encargo de avisar a todos sus discípulos. !Semejante privilegio para una mujer que la historia ha visto siempre como una pecadora: enhorabuena Maria de Magdala!