El 2 de diciembre de 1993 las fuerzas de seguridad colombianas declaran a Pablo Escobar muerto, uno de los narcotraficantes más buscados de Colombia por Estados Unidos.

El fundador del Cartel de Medellín también era llamado el Patrón, el Capo, el Duro y el Zar de la cocaína. Escobar, máximo jefe del Cartel de Medellín, era primo del presidente de Colombia, César Gaviria.

Fue abatido durante una operación de «tipo comando» desplegada por efectivos militares y policiales, informó entonces el subdirector de la Policía colombiana, general Octavio Vargas.
El oficial reveló que el escondite del «enemigo público número uno» del país fue hallado en las últimas horas gracias a arduas labores de inteligencia, tras negar que la operación se hubiese llevado a cabo por una delación.

Escobar, quien el miércoles 1 de diciembre había cumplido 44 años, trató de escapar de la casa subiéndose a la terraza para tratar de saltar hacia la parte posterior, pero los disparos de las autoridades fueron certeros y su cuerpo cayó sobre el techo de una casa vecina, de acuerdo con reportes.

Se informó que Escobar estaba acompañado por dos guardaespaldas, y solo era protegido personalmente por un pistolero identificado cormo Alvaro Agudelo, quien también murió.

Según testigos que observaron el cadáver de Escobar, a la hora de su muerte vestía camisa azul y pantalón vaquero y no tenía zapatos; a su lado tenía una pistola.

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El general Octavio Vargas, que dirigió la operación conocida como el Bloque de Búsqueda, integrada por 5,000 militares y policías tenía como única misión capturar o matar a Escobar. Expresó en esa ocasión que la labor cumplida por sus hombres fue «muy profesional, muy dura».

Indicó que ese comando especial, desde la fuga de Escobar de una cárcel próxima a Medellín, efectuó más de 10,000 allanamientos y abatió a unos 20 jefes de la banda narcoterrorista.

El ministro de Defensa, Rafael Pardo, dijo que la muerte de Escobar era «un claro mensaje» para quienes piensan que con el terrorismo y el desafío a las autoridades pueden controlar a un país.

Varios políticos, al conocer la noticia, dijeron que Escobar era el más buscado de América y murió en su ley.

El «enemigo público número uno de Colombia», el narcotraficante Pablo Escobar, murió «en su ley», en el marco de un impresionante despliegue del Ejército y la Policía cumplido en Medellín.

El tristemente célebre «Zar de la cocaína», quien había cumplido 44 años, fue muerto junto con dos hombres en una casa del centro de Medellín, luego de que intentara escapar del cerco tendido por centenares de hombres del Bloque de Búsqueda.
La información fue confirmada por el fiscal general, Guslavo de Greiff, quien dijo que el hecho le producía una «gran satisfacción» y, al mismo tiempo, una «tristeza grande», pues Escobar «desperdició su vida en el delito».

Por su parte, el Ministerio de Defensa reveló que el hallazgo del escondite del narcotraficante se logró gracias a «informaciones de inteligencia».

La búsqueda del «capo» se llevaba a cabo sin descanso desde el 22 de julio del mismo año, cuando se fugó de una cárcel próxima a Medellín, a pesar de que se había entregado en junio de 1991, para acogerse a decretos sobre rebaja de penas para mafiosos y terroristas arrepentidos.