Escritos de mujer montaña

De montañas vengo, de alma enclavada en cerros vestidos de piedras, eucaliptos, huarangos, nogales, saucos, pencas, musgo, romero, anís, moras, selvaje, orquídeas y mucho más.

De sonrisa que vaga con el viento, cual hoja sin destino ni tiempo, que hace eco en los truenos, enmudece en las oscuras nubes y llora junto al granizo para vestir de blanco el monte que rodea el pueblo.

Soy ser que se mece en el río cual barquito de papel, hechura de niño inquieto y se deja llevar, fluir, confiando en las aguas con destino al mar. Vasto mar que a mis ojos no tiene límites y me siento en la fuente, cálida fuente que me albergó un día cuando mi alma era pura, y planificaron o planificamos mi arribo, para aprender y aprender el arte del humano vivir.

Fuego interior pusieron dentro de mi carcaza para curtir la piel con cada caída, con cada prueba o trampa que éste ciclo determinara. Volverme fuerte a punta de hierro caliente y más fuerte aún con hielo silente envolviendo mi ser como envuelve el capullo a la oruga, al caer la tarde.

Y el cuerpo se volvió roca, roca con corazón latiente, rebosante de amor como volcán en erupción, pero contenido en bóveda celeste de misterio e invocaciones, velas encendidas, humo blanco, incienso que atolondra y no deja ver, aun así, no era suficiente, tenía que haber una voz que lanzara al poniente punto de inicio de 360 ° los ciclos de vida – muerte que tatuaron en mi frente.  Y hablar como el zorzal en su canto matinal, dulce y claro como té de manzanilla que calienta la garganta, fuerte y transparente como escudo cuántico que advierte y protege.

Estoy aquí mitad dormida, mitad despierta recordando, olvidando y volviendo a buscar en mi interior la acción encomendada, estoy como tú porque hechura del mismo alfarero somos, vasijas sin tiempo, pero llenas de mil cosas por decir, cada quien es una palabra, voz susurrante que gritará un día la misión encargada y cuando ello suceda, el argumento por fin será concretado y lanzado a los 4 vientos llegando a cada confín de este terrenal espacio.

Escucharemos la verdad de nuestros actos, lo pasos que dimos, las huellas que dejamos, las heridas que curamos, el perdón que ofrecimos, las disculpas que aceptamos, las vidas que ayudamos y sobre todo si encendimos la luz que nos regalaron.

Así gritó el viento, la tierra, el agua, fuego interior que quema en este cuerpo de mujer montaña, viven en mi estancia como viven en la tuya, si quieres escuchar sólo pega tus oídos a la vida y verás q pieza mágica eres de éste gran rompecabeza.

El mensaje se dio, entre palabras mal escritas, más si prestas atención será muy fácil tu elección, despierta y vive como lo planificó Dios, simple y sencillo o sigue durmiendo en esa dimensión donde te aplastará la desesperación angustia y dolor.

Mujer montaña soy…

Al oído

Quedito y a mitad de la noche
murmuraste advertencias
sentencias y milagros.
Uno somos contigo
hechos del mismo barro
moldeados con tus manos.

Escritos de mujer montaña 2

 Alguien escribió: ¿Y cuando te pregunten por qué te alejaste de los humanos? -Diles que en la soledad tenemos una vida…

Ojo, hoy escribo desde mi más profunda ignorancia vívida, teóricamente sé lo que dicen psicólogos, psiquiatras, sociólogos, religión, etc, pero nadie más que yo sabe lo que es sentir ese vacío en plexo, en vivir al lado de seres amados y sentirlos tan distantes a pesar de los abrazos, es como si un gran muro translúcido se pusiera entre nosotros y una súper máquina me succionara alejándome de los que amo, dejando una vaga estela de rostros que van desapareciendo en la nada y me sumerjo en mis adentros.

Allí donde solo estoy conmigo, pero no hay vida como dice la teoría, no hay sonrisas sino mil preguntas sin respuestas, mil argumentos que surcan cielos cada vez más extraños y siento que me pierdo más, cual niña que camina por cerros en noches de luna pero su luz no basta para llegar al camino que le conduzca a casa, como cometa en agosto que vuela en azules cielos, feliz de tener una mano que detenga sus intentos, luego se rompe el hilo y va más alto por corto tiempo luego la vertical caída en suelos inciertos; o va en picada, picada estrepitosa  que le rompe hasta los huesos, hay muchos días que así me siento, que voy muriendo en la soledad de mis cuentos, en todas las voces de grillos que murmuran en mi cerebro y el tiempo no se detiene para ordenar mis laberintos.

Pasa, pasa como tren en ruidosa danza __ que me digo ahora que converso con mi espejo, sanar intento, me aferro con uñas y dientes a la barca que cerca pasa susurrante, un tanto silente, pero con la alegría, compañía, simpatía; pero vacíos dedos con látigos gigantes, golpean mis sueños y caigo nuevamente a ese océano negro, pestilente que carcome mi simiente.

Hiere el abdomen, los ojos y el respirar se vuelve necesidad porque el corazón tirita de miedo y los colores se suben al rostro, se desploma el cuerpo en la cresta de una ola tan sola como yo y va a mi encuentro, me balancea cuidadosamente como si fuera una pieza de madera, me deja en la orilla, con el sol en la cara, arena en la boca, cabellos con algas y aroma a sal.

Me despierta el sonar de tus pasos, pasos invisibles, manos invisibles, cuerpo invisible, me levantas en brazos y me trasladas a una pantalla, fría pantalla de diecisiete pulgadas que exorcizan los demonios que por el momento duermen y me dejan hablar del vacío, interminable vacío que alimento con mis miedos, la soledad es solo un cuento que me mata y revive en mi cerebro, cada día, cada instante, cuando el recuerdo se asoma de la niña injuriada, del alcohol mal oliente o de tu rostro desvaneciéndose, como se desvanece un copo de nieve.

La soledad es solo un cuento, que tal vez solo yo…lo compro.

De la soledad y otros cuentos

Eres esa mirada con los ojos cerrados
que no logro conectar con tu centro neurálgico
me siento deshabita en medio de la vida
y mis palabras se pierden
como eco lanzado al infinito universo.
La soledad es solo cuento
falso alegato
para cubrir mis miedos
proteger mi corazón de cristal
de carnicero que lo dejó casi muerto.

Por: Ramina Herrera
(nació en Luya, Amazonas, Perú, 1979), Empresaria, estudió Administración de Empresas en la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), más se siente Poeta por vocación. Obtuvo una Mención de Honor en los Cuentos Florales de la UNT 2002. El poemario “Memorias del No Nacido” fue publicado en línea por la revista “VOCES” de España 2002. En 2006 fue incluída en la antología “CAMINOS DE POESÍA (Fondo Editorial de la Municipalidad Provincial de Cajamarca).

En 2007 publicó el libro de poesía “NOCTURNA SOLEDAD Y OTROS POEMAS” (bajo el sello editorial Katequil Editores), recientemente ha publicado en AMAZON los poemarios “LEI NAD 42:21”, “MUJER LUNA”, “NOCTURNA SOLEDAD Y OTROS POEMAS” segunda edición (digital); actualmente se está culminando la maquetación de los poemarios, “CONFESIONES AL ALBA” “GALOPANDO CON EL VIENTO ” y ” MUJER DE MONTAÑA “, terminando la novela “LA AGONIA DE UN SUEÑO” todos los libros estarán bajo el sello editorial de EDICIONES KUELAP, Lima- Perú.