Conozco a Berenice Quezada Herrera (n,1993) Miss Nicaragua 2017, desde siempre ambos  somos de la misma Ciudad de  El Rama, la puerta para entrar a la región  del Caribe   del país. Esta Ciudad tiene la característica de estar rodeada de la confluencia de tres impresionantes ríos que la embellecen con el verdor de sus árboles y la hospitalidad de su gente. Estamos ubicados aproximadamente a trescientos  kilómetros de Managua, la capital de Nicaragua. Y de este lugar salió una de las más singulares reinas de belleza, que ha engalanado  a toda una nación y ha llenado de orgullo a un pequeño pueblo.

Con  su mamá Yamileth Herrera fuimos compañeros de trabajo y en algunas actividades  coincidimos  con Berenice.  Desde que sé de ella, los certámenes de belleza fueron  su pasión. Me tocó estar haciendo de maestro de ceremonia en algunos de ellos y desde que salía en escena el carisma, inteligencia, belleza y el arte competitivo eran notorio y cautivaba a todos, lo que le hacía resaltar y conquistar el primer lugar. Ha sido una chica enfocada y no se pierde de vista cuando de cumplir un sueño se trata.

Se fue abriendo camino poco a poco y con escasos recursos económicos en este difícil mundo de los concursos de belleza, y paralelo fue aplicada en sus estudios hasta lograr culminar su carrera  universitaria  y conquistar el cetro de belleza más importante del país. En la respuesta final en la noche de la coronación, ella dejó bien sentado su posición si ganaba esa noche, que no sería la típica Miss  como las demás, que salen en entrevistas por la televisión, aunque después tuvo que retractarse por generar su respuesta susceptibilidades en algunas personas.

Es habitual que en este tipo de concurso de belleza, la ganadora tiene una responsabilidad social que cumplir, igual que representar al País a nivel internacional. Después del año de reinado de una miss, todo vuelve a la normalidad al entregar la corona a su sucesora. En el caso de Berenice, al ganar adquirió un compromiso serio con su pueblo, al enfocarse en darle vida a un proyecto  que está dando excelentes resultados y ha sido acogido con entusiasmo por los beneficiarios.

Teniendo la educación como el eje que permite el desarrollo de los pueblos, hizo realidad el proyecto que siempre soñó: “Una sonrisa de corazón”, que tiene como objetivo  llevar todos los años  útiles escolares a los niños de escasos recursos económicos de la Ciudad El Rama. Y vaya que está cosechando los frutos requeridos, porque la ayuda se ha extendido a otros lugares vecinos, beneficiando a decenas de niños que no pueden ir a la escuela porque sus padres no tienen la capacidad económica para suplir  los gastos escolares.

Al ver los resultados de un sueño hecho realidad Berenice dice: “Es más que darles una mochila llena de útiles escolares a cada niño, para mí es identificarme con cada uno de ellos, tener el tacto de calmarlos si están llorando, es interpretar cada mirada, es leerle los ojos cuando te ven, el cambiarles las mochilas por el color que ellos piden. Es aportar a la niñez y a la educación de mi país. Reírme con cada ocurrencia de los niños, me da una satisfacción plena, disfrutar con ellos, los abrazos, los besos es un sentimiento sublime que no lo cambio por nada”.

Esta reina de belleza como ser humano es admirable. Sigue siendo la misma chica que era antes de ser una miss. Ella  que resalta siempre sus raíces,  valores que le inculcó su madre,  su historia de superación, son un  ejemplo que incentivan  a las personas para que  se den cuenta que  en la  vida todo sueño es posible, que no hay límites para no lograrlo. Ya sin la corona trabaja arduamente en su proyecto y ha demostrado que en su reinado encontró numerosas oportunidades para hacer muchas cosas.

A ella se le sigue viendo en su Ciudad natal y el país como una reina que va marcando la diferencia con su impecable ejemplo, porque una de las cualidades que dio  a conocer desde su niñez es que  ayudar a nuestros semejantes es un mandamiento perpetuo que todo ser humano con posibilidades debe poner en práctica. Esta joven es la primera que se coloca al frente de cualquier actividad para ayudar y con una disposición empedernida y una  voluntad invaluable e incondicional logra sus objetivos trazados.

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Por: Fabio Mendoza Obando
Poeta y escritor nicaragüense