Hoy en día no es posible imaginar nuestras vidas sin teléfonos celulares, especialmente los llamados teléfonos inteligentes. Cuando necesitas verificar tu cuenta bancaria, es lo primero que buscas. ¿Necesitas comprar algo, pero no quieres ir a una tienda? Pídelo desde tu móvil. ¿Tienes hambre y estás sin comida en casa? Con tu smartphone podrás ordenar tu plato favorito. ¿Estás aburrido? Sólo usa tu teléfono para navegar por tus redes sociales favoritas. Puedes contactar a las personas a través de tu aplicación de mensajes favorita o, en esas raras ocasiones en las que realmente tienes ganas, incluso puedes comunicarte con alguien.

Pero ¿qué pasaría si tu amado dispositivo se cae y destroza? De repente, una pieza tan importante de tu vida se rompe, y su funcionalidad se limita.

Afortunadamente, los teléfonos inteligentes se pueden asegurar contra eventos comunes, como daños accidentales y robos. Por supuesto, la mayoría de la gente nunca piensa en esto, hasta que tienen un incidente y se dan cuenta de que tienen que comprar otro, a veces costoso, dispositivo nuevo.

Sin embargo, no todos los seguros para este tipo de teléfonos son iguales, lo que significa que tendrás la tarea de seleccionar la mejor opción para tus necesidades, sin que ello afecte demasiado tu bolsillo.

La primera tarea es verificar la cobertura. ¿Estás seguro de que esa bonita publicidad, lanzada al mercado en un sitio web súper atractivo, cubrirá tu dispositivo si te lanzas a una piscina con él? No olvides confirmar si el daño por líquido está o no excluido de tu cobertura de daños accidentales.

Otra cosa importante que hay que tener en cuenta es que la mayoría de las pólizas de seguro no cubren la pérdida o incluso el simple robo –ese lamentable hecho que puede suceder en cualquier momento o lugar y que incluso puedes no llegar a notar en el momento. La razón por la que no está cubierto es porque la mayor parte del tiempo tu compañía de seguros no puede diferenciar entre una reclamación real y una fraudulenta. Lo creas o no, hay gente que trata de engañar a las aseguradoras para que paguen por un nuevo celular, simplemente porque el antiguo está desactualizado, o buscan obtener uno nuevo.

Lo que la mayoría de la gente no sabe es que las aseguradoras administran los recursos de la gente en forma profesional, para pagarles a todos sus asegurados cuando suceden estos desagradables hechos, por lo que parte de una buena administración es mantener a raya el fraude y así no obligar a todos a pagar primas más altas. Este es uno de los motivos de las exclusiones en las pólizas de seguro.

¡No olvides realizar una revisión minuciosa de tu deducible! Sí, el seguro de smartphones generalmente tiene uno, por lo que no es una buena idea esperar hasta que presente una reclamación para averiguar sobre él. Recuerda que cuanto más barato sea el seguro, mayor será el deducible.

Por último, pero no por eso menos importante, las mejores pólizas de seguros también incluyen otras coberturas como la protección de carteras o bolsos (generalmente el robo de un celular puede también incluir el robo de otras pertenencias personales). Otras pólizas incluyen servicios especiales como antivirus o protección de su información personal.

Lo que es aún más importante, asegúrate de elegir una compañía de seguros sólida para administrar su negocio. ¿Cómo lo sabrás? Comprobando si repararán o reemplazarán el aparato. Las compañías que pagan en efectivo delegan en la persona la tarea de encontrar un servicio técnico de confianza que pueda repararlo a un menor precio o, peor aún, tendrás que encontrar otro teléfono, probablemente, de un modelo inferior al que tenías, considerado el monto neto del que dispongas después de pagar su deducible.

En resumidas cuentas, ¡siempre busca el seguro más adecuado! No te quedes sin cobertura, las cosas suceden y no necesitas lidiar con eso por cuenta propia.

Por: Sergio Fernandes – Regional SPL Head, Personal Lines, Chubb Latin America