
La devoción a la Virgen de la Candelaria sigue marcando profundamente la vida y la tradición de Cartagena. Durante las últimas semanas, la ciudad se convirtió en escenario de intensas celebraciones, con más de 48,000 personas que ascendieron al cerro de La Popa desde el 24 de enero hasta la tarde del 02 de febrero, lo que promedió alrededor de 4,800 visitantes diarios. Entre ellos se encontraban representantes de instituciones públicas y privadas, gremios, zonas pastorales, parroquias, movimientos eclesiales, deportistas y turistas, todos unidos en una demostración de fe y tradición.
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La festividad alcanzó su punto culminante con la misa campal en la cima de La Popa y la emotiva procesión que descendió la imagen de la Virgen de la Candelaria hasta la Ermita del Pie de la Popa. Este acto, que simboliza la luz y la esperanza para muchos cartageneros, fue acompañado por una homilía de monseñor Francisco Javier Múnera Correa, quien reflexionó:
“La Popa está cargada de tanta luz porque desde aquí resplandece la luz de Jesús, el Señor. Hoy, al bajar en procesión con la Virgen de la Candelaria, nos convertimos en peregrinos que buscan esa luz. Pero, ¿qué buscamos para nuestra vida? ¿Qué es ese ‘algo más’ que le dará mayor plenitud? La Virgen nos ofrece y nos presenta a quien es luz de las naciones.”
La Popa en Cartagena: un lugar de peregrinación
El Santuario de la Virgen de la Candelaria, ubicado en La Popa, continúa consolidándose como uno de los principales atractivos para el turismo cultural y religioso en Cartagena. La importancia de este templo se ha visto reforzada al ser uno de los seleccionados para celebrar el Jubileo Ordinario de la Iglesia Católica en 2025, un reconocimiento que subraya su relevancia histórica y espiritual.
En paralelo a las celebraciones litúrgicas, el ambiente festivo se vio complementado por la exitosa “Ruta patrimonial: el Camino a La Popa”. Esta iniciativa, liderada por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena de Indias (IPCC) y Corpoturismo, reunió a más de 500 participantes entre cartageneros y turistas. Durante el recorrido, los asistentes pudieron conocer detalles esenciales sobre la historia del cerro, el origen de la devoción, el convento y las tradiciones populares en torno a la Virgen. La experiencia ofreció una mirada integral que abarcó aspectos religiosos, gastronómicos y culturales, reafirmando el papel de La Popa como un punto de encuentro patrimonial.
La apuesta por el turismo religioso se consolidó aún más cuando, en la Feria Internacional de Turismo (FITUR 2025), Cartagena recibió reconocimientos importantes por su oferta en este segmento. Las fiestas de la Virgen de la Candelaria han sido destacadas como un ejemplo de cómo la tradición y la fe pueden integrarse a la estrategia de promoción turística de la ciudad, atrayendo a visitantes de diversos orígenes que buscan una experiencia única y enriquecedora.
En palabras de Liliana Rodríguez Hurtado, presidenta ejecutiva de Corpoturismo,
“La imagen de la Virgen de la Candelaria y su santuario en La Popa están adheridos a la historia, la tradición y los afectos de los cartageneros. Subir La Popa es un plan obligado para los visitantes, ya que ofrece no solo una experiencia de fe, sino también un acercamiento a la historia y las costumbres de nuestra región, además de un mirador espectacular de toda la ciudad.”
Con estas festividades y programas culturales, Cartagena reafirma su identidad y fortalece su oferta turística, convirtiéndose en un destino de referencia para quienes desean experimentar la riqueza espiritual y patrimonial del Caribe. La celebración de la Virgen de la Candelaria, con su combinación de devoción, historia y belleza natural, sigue siendo un motor fundamental para el turismo cultural y religioso en la ciudad, asegurando que la tradición se mantenga viva en el corazón de Cartagena.