El COVID-19 ha forzado a la industria turística a replantear su modelo de negocio al ser una de las más afectadas por la crisis. Hasta principios del 2020, este sector era una parte esencial de la economía del país, de hecho, según el reciente estudio de EY “Perspectivas sobre el cambio en los hábitos de turismo de placer en México y Colombia”, nuestro país era considerado el octavo destino turístico más atractivo de Latinoamérica y el 55 a nivel mundial, lo que se traduce a que en la última década el aporte del turismo al PIB se mantuviera en una senda de crecimiento entre el 3.5% y 3.8%.

“Sí bien el sector turístico presentará una reducción de aproximadamente 55% con respecto al 2019, hoy el 47% de los mismos dice estar preparado para salir de viaje en la primera oportunidad que se presente. Esto demuestra que los destinos nacionales serán la primera opción para el 25% de las personas, esto, a diferencia del 16% que dice no va a viajar hasta que haya una vacuna contra el virus” afirmó Juan Solana, socio de Consultoría en Transformación de Negocios en EY México.

Según el estudio de EY, en la nueva normalidad el 55% de las personas viajarán menos que en el 2019 para prevenir el contagio debido a preocupaciones por la limpieza de los espacios, medidas sanitarias y acciones de prevención para evitar el contacto físico. El 33% reducirá sus opciones de viaje debido a motivos económicos, ya que la pandemia ha causado que 9 de cada 10 hogares colombianos redujeran sus ingresos y el 16% por la limitada oferta de servicios que hay actualmente, como resultado del cierre de restaurantes, bares y centros de entretenimiento, entre otros.

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante que las empresas que prestan servicios turísticos replanteen el modelo de negocio y la propuesta de valor que ofrecen bajo la nueva realidad. Por ejemplo, la transición a un mundo más digital, en donde haya el menor contacto físico posible durante las interacciones humanas, será clave para la supervivencia. “Desde el 2019 los viajeros ya estaban adoptando el uso de plataformas digitales, el 63% las utilizaban para las reservas de hospedaje y transporte, mientras que un 37% no las tenían en cuenta. De ese 37%, el 44% no las utilizaba por comodidad en los servicios tradicionales y un 33% confirmó preferir hacerlo todo vía llamada telefónica y el otro 31% diligenciaba todo de forma presencial en el lugar de destino. Con la nueva normalidad a la que nos vemos enfrentados a raíz de la pandemia, será importante que las empresas del sector establezcan servicios contactless, logrando cubrir las expectativas de seguridad del viajero, habiliten en self-check-in y self-check-out, minibares electrónicos y acceso digital a la habitación, entre otros”, finalizó Libardo Bueno, socio líder de las industrias de Bienes Raíces, Hospitalidad y Construcción en EY Latinoamérica Norte.

Otro de los principales cambios en la industria será una mayor tendencia por viajar a destinos nacionales. El 25% de las playas nacionales tendrá más visitas que antes por parte de los viajeros frecuentes, para esto es importante tener en cuenta que actualmente muchos de los encuestados preferirán realizar actividades por su cuenta para evitar aglomeraciones, el 38% buscará alojamientos privados y el 18% se inclinará por hoteles que tengan menos de 20 habitaciones. Sin embargo, según la encuesta el 36% de los turistas disminuirá la duración de los viajes a comparación del 2019.

Adicional a lo mencionado anteriormente, es importante que la industria del turismo vea el panorama actual como una oportunidad de renovación ya que según la encuesta 58% de los colombianos se muestran interesados en retomar sus vacaciones en los próximos seis meses. Para esto, es importante que las empresas de turismo no solo centren sus esfuerzos en consolidar un mundo digital de poco contacto, sino que cuenten con las certificaciones de cumplimiento normativo, ajusten sus instalaciones frente a medidas sanitarias y el personal use los equipos necesarios de protección.

Para finalizar, se deben enfocar en ofrecer servicios a precios bajos, flexibilizando las políticas de la cancelación sin cargos teniendo en cuenta los posibles imprevistos que se puedan presentar, fortaleciendo sus programas de fidelización al cliente, ampliando su portafolio de alianzas para ofrecer viajes seguros de principio a fin y tomando diferentes medidas para generar confianza por parte de los consumidores y que los turistas se sientan seguros a la hora de viajar. Las empresas de la industria de turismo que se adapten mejor a estos cambios son las que tendrán impacto positivo en los consumidores y en sus finanzas.