Muchas veces hablamos del turismo sin dimensionar la magnitud de la influencia de esta actividad en nuestra historia y la importancia que tienen para los países que dependen económicamente de estas prácticas. Pero no solamente el turismo influye en nuestra economía, sino también en lo social y lo cultural, es por ello que vemos pertinente hacer un análisis sobre las prácticas correctas en esta actividad.
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Según el organismo mundial en el tema, ONU Turismo, define el concepto de turismo de la siguiente manera: «es un fenómeno social, cultural y económico que supone el desplazamiento de personas a países o lugares fuera de su entorno habitual por motivos personales, profesionales o de negocios». Algo que encaja con lo que mencionado en al principio.
Sin embargo, también es necesario hablar de lo que se conoce ahora como turismo sostenible. Pero ¿Qué es el turismo sostenible? Y ¿De dónde sale ese nombre?
Turismo sostenible:
Onu Turismo también definió este concepto actual como: «El turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas«.
La unión entre el turista y el nativo es algo que será de gran provecho para la interacción cultural y por supuesto la económica, debido a la facilidad que se representa en la comunicación.
El turismo sostenible busca redefinir la forma en que exploramos el mundo, promoviendo prácticas que minimicen el impacto negativo sobre el medioambiente, la economía y las comunidades locales. Este modelo fomenta el respeto por las culturas autóctonas, protege la biodiversidad y asegura que los beneficios económicos del turismo lleguen directamente a los habitantes de los destinos. En esencia, es un equilibrio entre disfrutar de los viajes y preservar los recursos naturales y culturales para las generaciones futuras.
¿Cómo hacer turismo responsable?
El desarrollo del turismo sostenible descansa sobre pilares clave: reducir los residuos y el uso de recursos naturales, promover el empleo de energías renovables en la infraestructura turística, y garantizar que las comunidades locales sean participantes activos en la planificación y operación de las actividades turísticas. También se trabaja en sensibilizar a los turistas para que adopten prácticas responsables, como respetar la flora y fauna, consumir productos locales y reducir su huella de carbono durante los viajes.
Países como Costa Rica se han convertido en modelos internacionales de turismo sostenible. Con estrategias que combinan la conservación de áreas protegidas, la educación ambiental y la integración de comunidades locales en proyectos ecoturísticos, el país ha logrado posicionarse como un destino que atrae a viajeros comprometidos con el medioambiente. Otros destinos, como los Alpes suizos y las Maldivas, también están implementando prácticas que demuestran que el turismo sostenible no es solo una necesidad, sino una ventaja competitiva.
En Colombia, específicamente en Cartagena ya empiezan a brotar proyectos relacionados a las prácticas de un turismo responsable y sostenible.
Desafíos:
Aunque el turismo sostenible es una alternativa prometedora, no está exento de desafíos. La falta de educación y conciencia tanto en turistas como en operadores turísticos representa uno de los mayores obstáculos. Además, los costos iniciales para adaptar servicios e infraestructuras pueden ser elevados, lo que dificulta la transición para pequeñas empresas. Por otro lado, la sobrefrecuentación en destinos populares plantea el riesgo de degradar los mismos espacios que se busca preservar, lo que requiere un enfoque cuidadoso de gestión.
Beneficios y la perspectiva hacía el futuro:
A pesar de los retos, los beneficios del turismo sostenible son significativos. Este modelo no solo protege el medioambiente, sino que también impulsa economías locales, genera empleos dignos y fomenta la educación en las comunidades receptoras. Al priorizar el bienestar del entorno y las personas, el turismo sostenible crea experiencias más auténticas y significativas para los viajeros, quienes a su vez se convierten en embajadores del cambio.
El turismo sostenible no es solo una tendencia, sino una necesidad para garantizar el equilibrio entre el disfrute de los destinos y su conservación. Adoptar este enfoque implica la colaboración entre gobiernos, empresas y turistas para construir una industria que respete al planeta ya sus habitantes. En este contexto, cada viajero tiene el poder de marcar la diferencia al tomar decisiones responsables. El futuro del turismo está en nuestras manos, y el momento de actuar es ahora.