Tuve la suerte de poder entrevistar al reciente Premio Nobel de la Paz 2022 , Presidente la ONG Memorial que aquí expongo.
¿Como ha cambiado el mundo, especialemte Rusia en estos años?
Durante la perestoika, todo el mundo tenía ideas semejantes . La glásnost trajo la libertad de expresión y el pensamiento libre y eso era vital para la sociedad soviética despues de décadas de terror en donde se mataba y se capturaba a las personas para trasladarlas a los gulag. No se podía hablar. En ese momento si bien se abrió un poco seguía siendo imposible hablar y dedicarse a buscar la verdad.
¿Qué suponía la glásnost? ¿Cuál era la labor de Memorial?
Suponía una invitación por parte del gobierno para que se pudiera abrir la memoria y hablar del pasado, buscar evidencias , consultar archivos , restablecer el daño sufrido por las víctimas y el objetivo fundamental era que pudiera salir a la luz y trabajar por el futuro.
Nuestra labor era documentar lo que estaba pasando y no tanto investigar los crímenes del pasado.
En los años 90 el movimiento social era realmente importante y muchos trabajábamos en la organización y todos deseabamos saber lo que había ocurrido con nuestros familiares.
Con la situación económica grave eso cambió y la prioridad no era otra que comer y muchos valores quedaron relegados a un segundo plano tanto la educación , los derechos civiles y la memoria del pasado.
¿Cuándo comenzó todo a cambiar?
Como organización no teniamos ni el apoyo ni la presión del gobierno pero todo cambió cuando con la llegada de Putín en 2005 , fue la primera vez que se enalteció la figura de Stalin y su victoria y la recuperación de los países báltico y de Polonia liberandolo de los nazis. A partir de ese momento Memorial fue cada vez más marginado y apartado de la sociedad . A pesar de ello teníamos miles de peticiones de investigación de diferentes casos. En el año 2012 se incrementó la escalada de la represión y tras prohibir a diferentes organizaciones de otros países , considerando que iban contra los intereses de Rusia y fue en el año 2014 la incluyeron en ese grupo . No fue hasta el año 2019 en la que comenzamos a ser multados y en el año 2021 se termino el proceso de expulsión y el tribunal de Tverskoi , ordenó la expropiación de la sede en Moscu acusándolo de falsedades como el querer «rehabilitar los crímenes nazis». A pesar de todas las dificultades seguimos trabajando por lo que siempre hemos luchado por y desde la sociedad civil.
Ahora está prohibido manifestarse y aunque vayas con una hoja en blanco te pueden arrestar. Hay muchas cosas que no se pueden hacer , pero hay otras que si se pueden hacer desde una sociedad con valores que pueda transformar la mentalidad de la sociedad.
Entonces ¿Hemos regresado a la antigua URSS?
En algunos aspecto si que hemos regresado a ese antiguo concepto con importantes mecanismos de represión y no sólo en el nivel del poder sino también en la sociedad en la que hay discriminación de género, étnica , religiosa, etc…. Rusia es algo diferente a la Unión Soviética . Siempre se han tenido los valores , lo que ocurre es que la represión muy fuerte. Realmente la gente de la élite no ha sido perjudicada y tenemos los mismos grupos sociales de entonces y son los mismos las víctimas del terror.
Es necesario empujar a la gente para movilizarla y cambiar todo esto, es la tarea que se tiene que hacer , que tenemos que hacer. Nuestro trabajo , más improtante en este momento, es conseguir que la sociedad tenga unos valores y no tenemos que cambiar mentalidad de una persona sino la de todos, activar a la sociedad civil. En estos momentos no es posible hacerlo de una forma patenalista, el proceso es lento y se hace poco a poco. Nosotros tenemos que implicar en la sociedad entera. Seguro que es complicado, pero todavía es posible y necesario.
Con la guerra el panorama se habrá complicado ¿no?.
Ahora aún es más difícil hablar que antes en Rusia y a pesar de ello la sociedad no sólo quiere sobrevivir sino también apuesta por los valores , por la moral y por la libertad. Por eso tenemos que seguir luchando y trabajando desde nuestra organización.
Por José Luis Ortiz Güell